Esta
es una fábula que me enseñó mi padre y es muy importante para ambos.
Durante
la
Edad del Hielo, muchos animales murieron a causa del frío. Los
puercoespines, dándose cuenta de la situación, decidieron unirse en
grupos. De esta manera se abrigarían y protegerían entre sí.
Sin embargo, sus espinas herían a los compañeros más cercanos,
justo los que ofrecían más calor. Por ese motivo, decidieron
alejarse unos de otros y, así, empezaron a morir congelados.
Al darse cuenta de la situación, tuvieron que hacer una elección: o
aceptaban las espinas de sus compañeros o desaparecían de la
Tierra. Con sabiduría, decidieron volver a estar juntos y, de esa
forma, aprendieron a convivir con las pequeñas
heridas que la relación muy cercana con otro podía ocasionar, ya
que comprendieron que lo más importante era el calor que ese otro
les ofrecía. De esta forma pudieron sobrevivir.
La
mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino
aquella en la que cada individuo acepta sus defectos y los de los
otros y aprende a vivir con ellos y a admirar sus cualidades.
Y, si los puercoespines de la Edad del Hielo pudieron,
¿qué
no podremos hacer nosotros?Y, si los puercoespines de la Edad del Hielo pudieron,
CREADA POR MI GRAN AMIGO PABLO
No hay comentarios:
Publicar un comentario