martes, 24 de enero de 2012

¡Guau!


                         
                                               ¡Guau!


Eric era un niño de 8 años normal,bueno no tan normal porque lo que le pasa es una cosa muy extraña:
Al anochecer, Eric se metió en su cama cuando de repente sintió un suave cosquilleo en sus piernas y en un abrir y cerrar de ojos, sus orejas ya no eran pequeñas sino largas y decaídas. Era un perro.
Salió a la calle y su primer pensamiento fue ir a casa de su amigo Roy.
Tuvo que recorrer toda la ciudad hasta que amaneció.
En el recreo, Eric le contó la experiencia de ser un perro pero Roy no le creyó.
Al día siguiente en la piscina se desarmó la locura de que Eric se convirtió en perro, justo en el momento que salió de la piscina e imagínate el escándalo que se formó.
Estuvieron pensando una forma de arreglar el problema de Eric. Leyendo los libros, aprendieron muchas cosas sobre los perros como por ejemplo: las razas, sus cualidades etc...
El tiempo pasaba pero no conseguían descubrir esa misteriosa transformación .A Roy se le ocurrió una forma para que se pudiesen comunicar, por ejemplo:
Un ladrido significa sí. Y dos ladridos significa no.
Al fin llegó el día de los juegos en el colegio y cuando salía de su habitación volvió a sentir el mismo cosquilleo, ¡oh nooo! se estaba convirtiendo en perro. Cuando llegó al estadio (acompañado de Roy) el megáfono anuncio de que una niña se había perdido y en cuanto pronunció el nombre de Emily, Eric perdió los nervios y buscó por cada rincón del estadio. Tuvo que enfrentarse a un bulldog y todo por salvar la vida de su hermana..


MI FINAL

Eric estaba estudiando en su cuarto cuando llamaron a la puerta. Al abrir la puerta no había nadie, miró para los lados pero siguió sin ver nada. Miró para abajo y encontró una pequeña cesta con un lazo de color rojo como la sangre y la cesta era de mimbre. La colocó sobre la mesa y tiró del lazo. Una pequeña cabeza de orejas puntiagudas y pelo marrón como las hojas en otoño. Era un gato.
Emily lo llamo Morita pero no sé por qué lo llamo así, Eric lo hubiera llamado un poco más guay como Rayo o Tizón.
Todo iba bien en casa; Eric no se convertía en perro, era el cumpleaños de Emily....pero cuando en casa estaban celebrando el cumpleaños, Morita sacó un ladrido que los dejó desconcertado:

-¡Guau!

-¡No!¡Es un garro (especie de gato y perro creado por Emily)!

El libro ¡guau! Me ha gustado bastante. Os recomiendo que lo leáis. Me ha enseñado a comprender un poco la vida de un animal callejero, lo que pasa para sobrevivir e intentar que no lo descubran.
En mi final he dejado la duda del caso de Morita porque en el siguiente libro que salga de ¡guau! se resolverá el problema del ladrido que pegó nuestro gato.



Pedro

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